Podemos utilizar este libro para educar la educación emocional, ya que a partir de él podemos hablar en el aula sobre qué piensa cada uno, podemos hacer dibujos sobre lo que estamos pensando, podemos expresar con nuestra cara y nuestro cuerpo distintas emocioes que nos provocan nuestros pensamientos. Y así educar en los niños esa dimensión tan importante como es la emocional. Podemos aprender a entender a los demás según lo que exprese su cara o sus gestos y también a expresar con palabras lo que sentimos, a ponerle nombre a nuestras emociones. Me parece por lo tanto un buen recurso este libro para trabajar en el aula y así ayudar a los niños a expresarse, además de ser un libro muy entretenido. Podemos encontrar ilustraciones de este autor en la página Museo de Ilustradores SOL, donde encontramos alguna ilustración de este libro como la que os pongo a continuación.

No hay comentarios:
Publicar un comentario