martes, 29 de enero de 2013

Fortaleza psicológica

Hace dos meses asistí al II Symposium Nacional de Psicología Clínica y de la salud con niños y adolescentes celebrado en la UMH de Elche.  Una de las conferencias que más me gustó, tanto por lo que dijo por cómo lo dijo, fue la del Doctor Xavier Méndez (¿Cómo desarrollar fortaleza psicológica? Programa Fortius). Además de presentar un programa novedoso, el Programa Fortius, lo contaba de tal manera que te hacía no querer perderte nada de lo que decía. Me hizo pensar que el cómo se cuenta algo es muy importante para mantener la atención del que te escucha, usar el humor, los guiños al público, las anécdotas personales…todo eso que muchos sabemos pero que a la hora de hablar en público no todos ponen en práctica (hubo muchas conferencias esos días y creedme que algunas se hicieron en tono muy serio y monótono).
La cuestión es que hoy os quiero hablar de este programa (unos meses más tarde, es cierto) porque me ha venido a la cabeza. Porque se le da muchas vueltas a la educación, a qué va mal en la educación, al porqué del fracaso escolar, de las situaciones conflictivas en las escuelas…Y sin embargo los métodos que se siguen parecen olvidar tener en cuenta las emociones. Sí, porque es algo que sabemos, las emociones influyen y mucho. Si un niño está ansioso, deprimido, si es acosado en clase, si no se siente bien con su grupo de amigos, si le preocupa algo en exceso…no puede aprender. O al menos no está en condiciones óptimas de aprender. ¿No os ha pasado, nunca, que no os podéis concentrar en algo porque tenéis en la cabeza mil cosas más? Los niños también tienen preocupaciones, miedos, incluso más que los adultos. No es ninguna locura esto, los niños le dan más importancia a muchas cosas que de adultos comprendemos y pensamos, ¿cómo podía preocuparme que mi mejor amiga no se sentara ese día a mi lado? ¿o que me pidieran los deberes y no supiera decirles que no?
Pues lo cierto es que todo esto ocurre. O ¿quién no ha oído a sus hijos, sobrinos, etc. al ponerse a hacer los deberes o a estudiar preguntarte antes mil cosas que les preocupan? Porque necesitas tener la cabeza despejada y estar tranquilo para centrarte en lo demás. Y la escuela necesita implicarse mucho más en estos aspectos si quiere crear un buen clima de aula, unas buenas relaciones, necesario todo ello para aprender. Y no solo para esto, para el momento presente, sino de cara al futuro de esos alumnos.
Porque para tener éxito en la vida, los conocimientos teóricos y prácticos te pueden servir, sí, pero lo que realmente marcará la diferencia es tu manera de actuar, tu gestión de las emociones, tu manera de relacionarte con los demás. La escuela puede y casi diría que debe trabajar las emociones, integrar éstas en el currículum, de manera transversal y también empleando las horas de tutoría (esas horas de tutoría que muchos recordamos como horas de no hacer nada…). Porque la escuela te prepara para el futuro, y tiene como objetivo tu desarrollo integral. No solo académico.  Y este programa me llamó la atención porque basándose en cosas simples se puede llegar a hacer algo muy eficaz.
Xavier Méndez dijo algo muy importante. Todos sentimos. Sentir no es malo. El problema es sentir exageradamente. Hace falta un mando de control (gestionar las emociones como dice Eduard Punset). Y este programa lo que da a los alumnos es eso: el mando de control. Lo que pretende este programa es dotar a los niños de fortaleza psicológica. Me pareció una genial idea. Además de que éste se había probado en un estudio con más de 1000 alumnos.
Se divide en una serie de sesiones, dirigidas a la Educación Primaria, cada una de las cuales se nombra mediante un eslogan. Esto es algo que los niños luego recuerdan y que les servirá para poner en práctica los métodos que aprenden (“Contra tensión…relajación”, por ejemplo) . En estas sesiones se ponen en práctica aspectos como la relajación o la respiración (practicando éstas y además dándoles unas pautas a seguir para cuando noten que se están poniendo nerviosos o si sienten miedo, no se limita solo a lo practicado en clase). También trata las relaciones con los demás, dando a conocer los distintos roles que pueden adoptar en el grupo, y cómo lo ideal es respetarse a sí mismo y a los demás (si no das tu opinión no te respetas a ti mismo, si impones tu opinión no respetas a los demás), todo esto mediante actividades prácticas.
La escucha activa es otro de los aspectos que se trabajan, diferenciando entre los oídos simpáticos (te comprenden), antipáticos (buscan su interés) y los sordos (no escuchan), y las habilidades sociales, dando pautas de cómo actuar en las situaciones, cómo generar confianza mutua, o cómo darte cuenta de que alguien se está aprovechando de ti y responder de la manera adecuada (a muchos niños les cuesta o no saben hacerlo).
También pretende darles a los niños fortaleza organizadora (saber organizarse, cuándo hacer los deberes, cuándo y cómo divertirse en su tiempo libre), y que se propongan metas en su vida, metas claras  adecuadas a los momentos (Xavier Méndez puso el ejemplo de no proponerse “no tengo que ponerme nervioso en el examen”, sino decirse “voy a relajarme para no estar nervioso”).
Por último, se pretende que los niños adquieran fortaleza cognitiva. Ésta, nos dijo Xavier Méndez, es la más complicada en esta etapa. Pero se les puede ayudar a diferenciar entre pensamientos que no afectan a nuestra vida, y pensamientos que te hacen actuar mal. La importancia de pensar antes de actuar, y de los razonamientos falsos, el pensar que alguien te ha hecho algo malo adrede cuando quizás ha sido sin querer, te puede hacer explotar (razonamientos “petardo” los llamó, dado que fallan y te hacen explotar). Todo acaba con una propuesta final en la que tienen que hacer un anuncio comercial como resumen de todo lo aprendido. Y nos puso uno de estos vídeos de los alumnos que habían participado en el estudio y se notaba que el programa había calado en ellos, al menos las frases, que no son más que autoinstrucciones.
Bueno, pues todas estas propuestas se reúnen en el libro en el que aparece el programa Fortius, que incluye un CD con mucho material didáctico para llevar a cabo el programa (Programa Fortius. Fortaleza psicológica y prevención de las dificultades emocionales). Yo me he basado en la conferencia que él dio y en la que lo explicó, como ya he dicho, de una manera muy divertida.
Ocurrió que justo estaba pensando yo que sería bueno que hubiera algo así pero destinado a adultos. No me refiero a un libro de autoayuda, no se trata de eso. Sino un programa, unas claves, una guía a seguir para mejorar las relaciones interpersonales, para ser asertivos, para comunicar sin dañar y sin dejar que nos dañen, para gestionar nuestras emociones…Y casualmente Xavier Méndez nos dijo que los padres de los alumnos se lo preguntaban también. Quizás si de niños hubiéramos trabajado todo esto en las escuelas, no lo necesitáramos ahora tanto.
fortius
Y resulta que todo esto podemos empezar a trabajarlo desde la Educación Infantil, mediante estas pautas adaptadas a niños más pequeños, mediante lo que se nos ocurra para ayudarles a que sepan relajarse, a que sepan cómo relacionarse, a solucionar conflictos...Parece que son demasiado pequeños para aprender todo esto pero lo cierto es que es la edad ideal, es cuando aprenden a convivir con sus iguales, es cuando se forma su personalidad y nosotros estaremos allí para ayudarles a ello. Otro día os cuento más sobre cómo trabajar la inteligencia emocional con niños de Infantil...

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